Todas las noches se vacía mi corazón, pero por la mañana vuelve a llenarse de nuevo.
Pequeñas gotas de ti se filtran lentamente a través de la suave caricia de la noche.
El alba me desborda con pensamientos sobre nosotras, un placer doloroso que no me deja descansar.
El amor no puede contenerse, el delicado envoltorio del deseo se rompe bajo el carmesí derramado de mis días.
Días largos, que ahora son magullados con anhelo.
Paso buscando la huella, el olor, el aliento que me dejaste.
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