"…Fermina Daza estaba en la cocina probando la sopa para la cena, cuando oyó el grito de horror de Digna Pardo y el alboroto de la servidumbre de la casa y enseguida el del vecindario. Tiró la cuchara de probar y trató de correr como pudo con el peso invencible de la edad, gritando como una loca sin saber todavía lo que pasaba bajo las frondas del mango, y el corazón le saltó en astillas cuando vio a su hombre tendido boca arriba en el lodo, ya muerto en vida, pero resistiéndose todavía al coletazo final de la muerte para que ella tuviera tiempo de llegar.
Alcanzó a reconocerla en el tumulto a través de las lágrimas del dolor irrepetible de morirse sin ella, y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle con el último aliento
-Sólo Dios sabe cuánto te quise-"
El amor en los tiempos del cólera -Gabriel Garcia Marquez-
No hay comentarios:
Publicar un comentario