Después de la tormenta llega la calma, bueno, para muchas personas no es así...
Después de una larga discusión en la que se entrelazan insultos, malos recuerdos, reclamaciones de errores y de malas decisiones, acaba la discusión pero lastimosamente aquella voz en tu cabeza, aquella voz que llamas conciencia, sigue hablando, palabras como -fenómeno, monstruo, pecadora, imbécil- entre otras, te torturas a ti misma, tu propia mente es tu tortura, estas consciente de que hay algo mal contigo y no dudas en reprochártelo. Entre lagrimas, dolor, angustia, tristeza y mucha tensión en todo tu cuerpo, por fin logras dormir, felicidades, lograste de cierta forma calmarte y esperas que al despertar todo sea mejor, esperas que sea un buen dia en el que te levantes con una sonrisa, pero muchas veces las cosas no son lo que esperas, te levantas con los mismos sentimientos, te sientes vacía, desolada, triste, decepcionada, desesperada, te sientes infeliz, intentas calmarte pero no puedes, las lagrimas comienzan a brotar, te das cuenta de que no hay nadie cerca, no hay nadie que pueda calmarte, tienes miedo de un ataque, si de esos ataques de ira en los que te lastimas y pierdes el control de ti
-tres, dos, uno…-
comienza la cuenta regresiva, tienes todo ese sentimiento que de alguna forma necesitan salir, tienes toda esa ira, rabia, decepción y tristeza atrapada en tu cuerpo y sabes que pronto todo estallara.
PRIMERA ACCIÓN: -ansiedad- comienzas a sentirte ansiosa, comienzas a mover tus manos y tus pies intentando calmarte, miras a todos lados en busca de ayuda, tu cuerpo comienza a picarte, te rascas desesperadamente intentando hace que se detenga, duele, arde.
SEGUNDA ACCIÓN: -angustia y temor- la angustia te comienza a consumir lentamente, el miedo te invade, no quieres caer, no quieres perder el control, te sientes acorralada y sabes que ya no puedes escapar, ya comienza el fin.
TERCERA ACCIÓN: -desesperación y resignación obligatoria- te desesperas, no sabes que hacer, intentas despejar tu mente pero ya es muy tarde, después de todo viene la resignación, eres consciente de que ya has perdido esta batalla.
CUARTA ACCIÓN: -ira- gritas, te golpeas, te lastimas, pierdes el control, el problema es que nadie te escucha, no hay nadie que te salve ni que te ayude, estas sola, atrapada con tus sentimientos, atrapada con tu dolor, te sigues golpeado, quieres que los pensamientos desaparezcan, quieres que esa voz de tu cabeza deje de hablarte, te sigues golpeando, dolor, eso no te impide seguir adelante, lo sigues haciendo hasta que ves sangre, eso no te detiene, la voz aun sigue hablando, gritas mas fuerte y te golpeas mas fuerte hasta que la voz se calla, silencio.
QUINTA ACCIÓN: -vergüenza y decepción- te levantas, te limpias tus lagrimas, te limpias la poca sangre que te salio después de tantos golpes, revisas los daños, un cuentos arañazos en tus brazos y piernas, tu frente extremadamente roja de tanto golpearte, un poco de dolor en la cabeza y mucho pelo arrancado en el piso. Te miras al espejo, no te reconoces y viene aquel sentimiento de vergüenza y decepción de ti misma
-¿es esto lo que querías? volviste a recaer, fuiste débil- es lo único que esa voz te vuelve a decir y nuevamente el silencio.
Ahora, después de todo el desastre intentas seguir adelante, intentando avanzar
-tres, dos, uno…-
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