Ahí solo acostado en el parque observando el cielo estrellado, una lágrima corre por su mejilla, no lo puede evitar. Después de todo lo que había hecho, lo único que le quedaba era estar acostado esperando una respuesta, más nada sucedía, esto le atormentaba el alma. Lo único que le quedaba era su conciencia limpia, nada más importaba.
Volvió a mirar el cielo con un último aliento de esperanza, así que moribundo y lleno de tristeza, cierra los ojos y empapa sus mejillas, lo único que le quedaba es morir solo y sin que nadie se dé cuenta de Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario