2 de agosto de 2014

NECESIDAD

Necesito tener un poquito de ti; esta vez me basta tu recuerdo, tus palabras para seguir respirando, me propongo no intentar respirarte y aferrarme a mis cigarrillos, a su humo, a mi alma, al smog de esta ciudad y al aire acondicionado.

Para seguir de pie he comprado un bastón, ya que te llevaste la fuerza de mis piernas en tu cadera y también te llevaste la fuerza de mis labios en tu boca, en tu pecho, ahí abajito del ombligo, en tu piel, en ti. Te llevaste la fuerza de mis brazos en cada abrazo que te dí y por cada una de las veces que te sostuve, hasta el final, hasta que ya no pude mas, pero lo intente, intente sostenerte, detenerte. Entiende que no quería que te fueras de mí.
La esquina de la cama, la forma de tus pies, la vista desde la ventana, el olor entre tus piernas, la forma de tu pulgar, la pronunciación de tu impar, la temperatura de tus dedos, tu voz diciendo no te besaré, el sonido de la puerta al cerrarse.
Para seguir viviendo, guarde en lo más profundo de mi último cajón, todos mis sueños, esperanzas y ganas puestas en ti, intente hacer una nueva vida y ahora mi única esperanza es vivir, aunque me duela y aunque me cueste.
Para seguir viviendo borre todas tus canciones, me prohibí leer tus cartas, ver tus fotos y extrañarte, me prohibí extrañarte, pero es una de las 600 cosas que no puedo hacer.

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