9 de marzo de 2016

RELACIONES

Por muchas noches en blanco que dediquemos a pensar en nuestra vida sentimental, la verdad es que encontraremos pocas soluciones, podemos intentar reparar una relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltaran pedazos como tantas otras veces. 
Porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de ante mano. Así que lo mejor que nos podría pasar, es que la relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de ante mano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas y discusiones, nos dedicaríamos a aprovechar cada momento hasta la ultima décima de segundo.

Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando a que esta vez, ese yogurt, pueda conservarse para siempre.

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