En estos momentos pasan tantas cosas por mi cabeza, que no se ni por donde empezar.
No tuve que pasar necesidades, ni trabajos, ni esfuerzos. La vida que me ha tocado ha sido demasiado fácil, siempre contando con un apoyo, sentimental y económico del que soy privilegiada. Soy pobre si me comparo con los mas ricos, pero en realidad soy mas rica y tengo una posición mas acomodada que el 60% de la población mundial. ¡Ah! que cosa tan irónica: soy rica para unos y pobre para otros!
Desde muy temprana edad fui consciente de eso, no siempre con la misma intensidad de consciencia a través de los años, me impresiona tanto como cada seis meses formo mi carácter, carácter que con el tiempo se alimenta. No es uno la misma persona a los 20 años que a los 50 años, porque hay cosas que solo el tiempo y la experiencia le enseñan. Y desde temprana edad me acompleje por eso, no tuve que pasar necesidades para entender que hay gente que pasa muchas necesidades, que pueden pasar hasta 3 o 4 generaciones sufriendo, ser una familia, un apellido de 200 años y no tener como educar a sus descendientes. He conocido gente que trabaja solo 4 horas diarias o solo aparece una vez a la semana en su lugar de trabajo y recibe una mensualidad de 15 o 20 millones de pesos, y he visto como hay gente que trabaja un turno de 12 o 18 horas, y se gana menos del mínimo, créanme, abundan. Y por mucho tiempo mire hacia otro lado. Por mas que me acomplejara, yo no era mas que una gomelita, una ricachona, así no las creyera. Y no puedo evitar decir las cosas tan coloquiales porque así lo pienso.
Yo era una idealista pura. Sin corrupción. pensaba que podía cambiar el mundo si así lo quería, con el poder de las ideas. Pensé mucho tiempo que la mente tenia tanto poder para hacer lo que quisiese y después me olvide de todo eso. Muchos años tome el consejo errado de profesores, padres y gente mayor que consideraba con mas sabiduría que yo, consejos que lo desilusionan a uno, que le dicen que "todo ese idealismo puro, toda esa conciencia y fuerza social, no es mas que una etapa, una rebeldía de todo joven" y así me lo creí.
Viví mi buena vida, siendo tan banal como esa gente que ahora repudio. Busque y encontré felicidad y contentamiento en cosas materiales, en vida social, en estatus, en estratos, en amistades, en contactos. Me vendí, me hacia feliz vestirme a la moda y actualizarme en tecnología y creer que iba, no uno, sino muchos pasos adelante en la evolución, en el desarrollo de sociedad. Vida tan triste, estaba tan engañada.
Me contente y me regocije por un tiempo, como he aprendido en mi corta edad que es todo ¡temporal! Una novia, unos amigos, un estilo de vida, un ser social, etc, etc, etc, cuando me di cuenta, era mucho mas importante el parecer que el ser. Y tengo que decirlo, porque por mucho tiempo lo pensé así, creyéndome culta, educada, y decente y no soy nadie.
¿Felicidad? creí tenerla, enserio lo creí, por un tiempo. Por mas que haya querido y haya vivido muy plácidamente mirando hacia otro lado, creyendo que no es conmigo, no puedo evitar volver a lo mismo, así me distraiga por meses y hasta años, las cosas están mal, están muy mal. Nos contentamos con limosnas y no necesito tener 70 años para saberlo.
Los colombianos somo pesimistas, mediocres, vendidos. Así sepamos que las cosas están mal, si yo me beneficio y sobre salgo, el resto nos importa muy poco. Como quisiera ser como el montón, y engañarme, y contertáme permanentemente con las cosas, ¡pero no puedo! De pronto es la edad, de pronto es el darme cuenta de que tengo que madurar y crecer y ser mas cociente de las cosas, pero no puedo mirar hacia otro lado permanentemente, no puedo llenarme teniendo dinero para alcohol y reggaeton y parrandas y cruceros y viajes ¡no puedo! Lo intente, pero eso no me llena, el ser humano, la raza humana es banal y estúpida y eso no es de hace 100 años ni 200 siglos, es de siempre.
Me preocupan ustedes, me preocupa mi futuro. Y lo escribo para quien lo quiera escuchar y leer, así sea una sola persona.
Vivimos en un mundo de mentiras y por mas diferentes que nos creamos solo somos espejos, copias, imitaciones, tenemos que tomar conciencia de eso. No es que las cosas "mejoren un poco" o "sean menos peor" necesitamos cambios radicales, extremos y no pañitos de agua tibia que nos bajen la fiebre por un tiempo. Por mas nadaista y escéptica que me haya vuelto y por mas desilusionada y rendida que este, aun creo en algo: creo en la gente. El cambio no es de una ni de dos ni de tres, ni de 100 personas ¡todos tenemos que quererlo! Todos, absolutamente todos, no el que se le inundo la casa y no tiene donde vivir, no el que sufrió abuso de paramilitares, de las FARC o del ejercito, para mi todos son la misma mierda ¡todos somos victimas de lo que sea! lo somos.
No mas izquierdas ni derechas, ni verde, ni naranja, ni amarillo, ni nada ¡hijueputas! Somos una misma mierda, tenemos que abogar por nosotros mismo, tenemos que luchar por nosotros mismos, nadie lo va a hacer por todos. Una golondrina no hace primavera y eso es lo que quiero decir, después de toda esta mierda.
Políticos, abogados, ingenieros, arquitectos, artistas, chazeros, meseros, putas, jigolos, escultores, pintores, vendedores ambulantes, microempresarios, petroleros, asalariados, piratas, contrabandistas, narcotraficantes, ladrones, raponeros, sicarios, escritores, columnistas, bomberos, soldados, policías, malabaristas, ¡todos! absolutamente todos los que me faltaron, somos seres humanos antes de ser esa función, esa delegación que la sociedad nos encargo.
Piénsenlo, el que quiera aprender de lo que digo, que lo haga, el que prefiera mirar hacia otro lado, hágalo ¡no mas! Me canse, me canse de aparentar y no de ser, me dan asco, me repugnan. No creo en lo puntos medios, nada de: "hago esto y este otro poco" si vamos a hacer algo ¡vamos a hacer algo radical! Si no, sigamos viendo realities y pornomiseria y sigamos siendo lo banal y desinteresado que somos.
He vivido las dos partes y ser un mediocre y un conformista es muy fácil, ser fiel a lo que creemos y a nuestras ideas ¡cosa realmente difícil! Que triste lo que somos, que tristeza en lo que me he convertido, en lo nos hemos convertido. No puedo terminar esto con aliento ni esperanzas, ustedes mismos me han enseñado a no creer, a no intentar, a no querer.
Quisiera ser la muchacha idealista, engañada que era, pero ya no puedo. No puedo decirme mentiras a mi misma.
¡Sociedad de mierda!