24 de agosto de 2016

Olvidaron decirme que para todo roto hay un descosido y yo ya me rompí, cosí, descosí, uní, quebré, soldé, separe y pegue tantas veces que la vida esta tan confundida que ya no sabe que me toca. 
Aun recuerdo la primera vez que te vi, había algo especial en ti, en tu mirada.
Pero aun no he sorteado las nubes, ni he conquistado sus ojos, que son dos acantilados. 
A los alados monstruos
del sueño eres
lo mismo que yo soy a
tus palabras.
Cuarenta grados a la
sombra y yo en la calle
huyendo de tu histérico
fantasma. 
Nos enamoramos una sola ves en
la vida. El resto de nuestros días,
los perdemos buscando a alguien
con quien volver a sentir lo mismo.
Y cuando yo no este:
Necesito que alguien le diga que vale la pena
que puede lograr todo lo que se proponga
que sus complejos son bonitos
que todas las noches le abrigue (para evitar resfrios)
que le cuide cuando se enferme
que me haga reír cuando este triste
que le de motivos para continuar siempre
y que le ame de verdad.
"Me gustaría medirte todo el cuerpo, usar mis manos como regla, aprenderme todos tus números de memoria. Lo alto, lo largo, lo ando, calcularte el perímetro y el área. Conocer los ángulos entre tus dedos al acariciarme, la distancia entre tu amor y tu pasión, tu pasión y tu razón. ¿Cual sera la circunferencia de tus pupilas que dilatan las mías? Quiero descubrirte a kilómetros pero amarte a milímetros. Descifrar cada kilo de besos y el volumen de felicidad que te causo. Quiero grabarme la cantidad de veces que me lates por minuto."